Saturday, November 24, 2007

Te gustaba tanto esa poesía, que me arrepentí de haberla escrito para ti. No es justo que esa soledad presidiera tu vida. No es justo que la vida pisara el peldaño que ascendía tu inteligencia. No es justo que tu inteligencia se quedara con sed. Y no es justo que tengas sed y no estés aquí para ofrecerte tu café de desayuno en taza grande y tu café de tarde en taza chica. No es justo querer hablar contigo y no poder. No es justo llegar a casa y no encontrarte. No es justo. No es justo que no nos dejen vernos. No es justo no poder besarte, ni llevarte tus gafas, ni leerte mis cosas, ni poder verte reír, ni escuchar que eras la niña más respetada de tu pueblo y que por eso se fijó él en ti. No es justo que pase el tiempo sin oírte decir "ha venido la niña". Y no es justo que el tiempo pase sin ti. Te quiero tanto... abuela.

1 comment:

Antonia said...

Tranquila. No es justo. Tampoco hubiese sido justo no disfrutar de ella. No escuchar "ha venido la niña". No darle sus gafas. No escribirle esa poesía. No darle su café en taza grande y en taza pequeña. Es justo tener esos recuerdos. Magníficos recuerdos. Es justo recordarla con una sonrisa en la boca. Es justo saber que te quiso y tú la quisiste. Es justo saber que la hiciste feliz. Sobre todo, es justo haber tenido una abuela y disfrutarla. Tranquila.