Monday, March 01, 2004

Lo odio, lo odio, lo odio. Tengo un compañero asturiano, muy tranquilo y coherente, que trata de tranquilizarme, más bueno él... Pero no puedo. Es superior a mis fuerzas. Es más, no quito la vista del frente para no irritarme más. No quiero verlo, noooo, es una pesadilla. Pero no a mi compañero, que es un cielo, sino a otro personajillo que anda por el supermercado machacándome. ¿Os ha pasado alguna vez? Todo lo que me dice me molesta. Me molesta que me diga "buenos días, guapa". Me molesta verlo sonreír. Me molesta verlo quejarse. Me molesta verlo protestar. Me molesta la camisa que trae puesta. Me molesta que me ofrezca un dulcecito. Me molesta que me regale aquarius. Me molestan sus gafas. Me molesta su voz. Me molesta que me dé días libres. Ummm, bueno, eso me molesta menos, pero es que el imbécil no me los da. Eso, me molesta que no me dé días libres. Me voy a comer, que me va salir una úlcera.