Antídoto...

...contra el desencanto.

¿Qué quiero hacer YO en mi vida?

La respuesta es lo de menos. Por eso me fascina Mad Men, una fábrica interna que nunca pierde de vista la pregunta.

Bye, bye

Birdie.

Carmen

La noche fue como estas flores. Blanca, limpia, hermosa. Como su amor. Como sus ganas de comerse el mundo. Como su sentido de la amistad. Como su pasión por el oficio. Así fue la noche. Como Carmen. Y el cariño no pudo más que estallar en risa nerviosa. O en alguna lagrimilla. O en besos. O en miradas fugaces. O en pasodobles de miles de pasos. No recuerdo cuándo fue la primera vez que hablé con ella. Pero nunca olvidaré la primera conversación que mantuve con él. Fue en Barcelona. Julio de 2008. Springsteen estaba a punto de salir a darlo todo. "¿Y te gustaría ir a vivir a Sevilla?", le pregunté. "A mí me gusta ella", me respondió de golpe. No hacían falta más palabras para saber que Jerusalén se divisaba ya muy cerca. Luego irrumpió Bruce a recordarnos que al final de la carretera está la tierra prometida. Y ahí llegó Miguel Ángel, a bordo de un cochazo. ¡Que sí, Carmen, contaminante! Pero con el depósito bien lleno.
Así que sube, Mari. Esta ciudad está llena de perdedores y hay que salir de aquí para ganar.

Chocolate negro

Me encanta.

Resaca

Hoy giré en un semáforo y casi me pongo a gritarle como una loca al coche que venía de frente. ¿¿¿Qué hace éste en sentido contrario??? Sólo cuando metí un poco más en la calle el morro de mi Seat Ibiza me di cuenta de que la que iba en dirección contraria era yo. A veces, tenemos la verdad delante de nuestras narices y no queremos darnos cuenta de que no llevamos razón.

I'm not there

Para los amantes de Dylan, y para los que no, merece la pena verla.

¿A-probaré?

Llevo todo el día arrepintiéndome de mis palabras en una noche de locura: "Te juro que lo probaré". Mi interlocutor, hoy, me pide cuentas. "¿Seguro que dije eso?", me pregunto buscando un absurdo punto de fuga. No hay marcha atrás. A las 21.30 horas tengo cita en el japonés.

Cerro del Hierro

Los pobres, por cierto

-¿Recuerda esas historias que usted conoce, tía?
-¿Qué historias?
-Esas historias de la esclavitud...
-¿Qué hay con ellas?
-Va a olvidarlas todas.
-¿Cuándo?
-El día que seamos dueños de todo esto...
-¿Dueños de qué?
-De todo esto... De Bahía... De Brasil...
-¿Cómo es eso, hijo?
-Dueños de los tranvías... de las casas... de la comida...
-¿Cuándo es eso, hijo?
-Cuando no queramos ser más esclavos de los ricos, tía, y terminemos con ellos...
-¿Quién va a hacer hechizo tan grande que los ricos queden pobres?
-Los pobres, por cierto, tía.

Sudor, Jorge Amado

Nochevieja en Lisboa

Primero me recordó a Estambul. Luego a París. Y a Barcelona. Y a Sevilla. Muchas ciudades en una noche increíble.